Dentro de ese escenario, los revestimientos funcionan como una extensión de la esencia de la marca para definir la atmósfera, el nivel de percepción sensorial y la lectura espacial de un local. La elección de un material cerámico, mineral, metálico, textil o sintético tiene hoy consecuencias directas en cómo se habita el lugar, cómo se entiende el producto y cómo se recuerda la experiencia.
Los proyectos que se destacan en la actualidad comparten una premisa común: entender el revestimiento como estructura narrativa más que como acabado final. Un piso que se continúa en el muro elimina jerarquías tradicionales y modifica la escala; una modulación repetitiva ordena la mirada y actúa como sistema; un material reflectivo altera la profundidad del espacio y genera una percepción expandida. En todos los casos, el revestimiento opera como herramienta de diseño con impacto directo en el comportamiento del usuario.
También hay un cambio de paradigma en cuanto al rol simbólico de la superficie. Lo que antes se resolvía con un panel neutro, hoy se convierte en lenguaje de marca. Las tiendas contemporáneas ya no se apoyan únicamente en gráficas, isologos o colores corporativos para construir identidad; el material mismo pasa a ser código. De allí la recurrencia de estrategias totalizadoras (un único material dominando todo el espacio) o, en el extremo opuesto, composiciones casi museográficas, donde el contraste entre superficies subraya el valor del objeto exhibido.
Hablar de revestimientos en retail siginifica hablar de estrategia espacial. Un local puede ser cálido o aséptico, monumental o íntimo, artesanal o tecnológico, dependiendo de la forma en que se diseñen sus envolventes. Desde esta perspectiva, la superficie se vuelve una herramienta de guion que orienta, jerarquiza, sugiere permanencia o dinamismo, refuerza el precio percibido y, en muchos casos, convierte la visita en recuerdo. Los ejemplos que siguen muestran cómo distintas marcas están utilizando el material como protagonista para transformar un espacio comercial en experiencia.
Mini Cuppa, Suzhou / Raams Architecture Studio
Mini Cuppa, la tienda diseñada por Raams Architecture Studio en Suzhou, actualiza el ritual del té chino para una audiencia intergeneracional. El proyecto convierte el revestimiento cerámico en el verdadero hilo conductor del espacio con pequeñas baldosas rectangulares y cuadradas como protagonistas que cubren pisos, muros, zócalos, bancos e incluso parte del cielorraso.
Este recurso elimina las fronteras entre superficies, dando lugar a una envolvente continua donde el material se transforma en parte de la arquitectura. Juntas del mismo espesor en todo el ambiente refuerzan la idea de orden y precisión geométrica, mientras que la paleta casi monocromática evita distracciones visuales y deja que el cerámico sea el protagonista absoluto.

El pavimento, idéntico al muro, extiende la sensación de volumen y transforma el espacio en un bloque cerámico habitable. La neutralidad del material se complementa con mobiliario de acero satinado y un único acento cromático: el verde de los tapizados y de una imagen mural aérea que remite al follaje del té. El mobiliario responde a la misma lógica modular con líneas finas, curvaturas suaves y acabado metálico. Los bancos se integran al revestimiento cerámico, como extensiones del muro, reforzando la idea de espacio construido a partir de un solo material. El resultado es una mezcla de minimalismo funcional, brutalismo cerámico y estética casi clínica.

Glossier, Seattle / Glossier Studio
La tienda de Glossier en Seattle, diseñada por el equipo interno de la marca, amplía el universo físico de la firma con un espacio de 260 metros cuadrados que funciona como su local más amplio. Fiel a la estética lúdica y cromática que caracteriza a la marca, el interior combina una paleta de rosas empolvados con elementos orgánicos inspirados en el paisaje del Pacífico. En el centro del espacio se presenta una gran escultura que simula una roca cubierta de musgo y hongos de colores, una pieza escultórica casi surreal que actúa como centro narrativo del recorrido.
El resto del mobiliario se organiza en torno a esta pieza central: mostradores de color rosa pálido con superficies onduladas exhiben los productos como si flotaran sobre el terreno, mientras que una secuencia de arcos revestidos en azulejos rosados, con bordes redondeados y una escala casi arquitectónica, define zonas de circulación y crea transiciones suaves entre áreas de prueba y exhibición. El suelo, revestido con un damero cerámico en tonos beige y rosa opaco, prolonga la identidad cromática y suma un guiño retro que dialoga con el lenguaje visual de la marca.

Las paredes texturizadas en yeso claro aportan un fondo neutro que deja respirar el color y evita la saturación visual, generándose un clima inmersivo, casi escenográfico, gracias al uso de curvas, volúmenes blandos y superficies táctiles. Como resultado se logra una espacialidad suave y envolvente, donde el revestimiento cerámico en pisos y arcos perimetrales actúa como soporte identitario y también como recurso gráfico.

Repossi, París / OMA
Diseñada por OMA, la tienda insignia de Repossi en la Place Vendôme reinterpreta el universo de la joyería de lujo a través de una arquitectura basada en el movimiento y en el uso inesperado de materiales. Con apenas 90 metros cuadrados distribuidos en tres niveles, el proyecto funciona como una coreografía espacial donde cada piso propone un ritmo distinto de compra. La planta baja funciona como extensión directa de la calle, el primer nivel como galería de exhibición y el subsuelo como salón íntimo para una experiencia personalizada.

El centro del espacio es una escalera que atraviesa los tres niveles con un tramo suspendido que parece flotar entre planta baja y primer piso. Revestida en aluminio pulido, funciona como pieza escultórica y punto de tensión visual, reforzando la idea de que en esta boutique la arquitectura es tan protagonista como la joya.
Parte fundamental del proyecto fue la colaboración con la diseñadora Sabine Marcelis, experta en manipulación de resinas, vidrio y superficies cromáticas. Su intervención introduce distintos grados de refracción, color y opacidad con paneles de vidrio laminado, espejos polarizados, superficies de resina y aluminio que crean un sistema de capas visuales que desdobla el espacio y produce una sensación de continuidad líquida. El revestimiento, lejos de ser un fondo pasivo, actúa como vehículo que conecta interior y objeto, escenografía y marca.

Benedetta, Buenos Aires / Hitzig Militello Arquitectos
Benedetta es un restaurante porteño proyectado por Hitzig Militello Arquitectos, inspirado en un lenguaje mediterráneo contemporáneo donde el revestimiento funciona como recurso sensorial y narrativo. El interior se organiza a partir de dos grandes superficies ondulantes, una en la planta baja como respaldo de barra, y otra en la planta alta como bancada zigzagueante. La paleta blanca dominante remite a la arquitectura encalada típica de las costas mediterráneas, al igual que la incorporación de cerámicos mosaicos en tonos azul y turquesa.

Buena parte de los paramentos está revestida con listones de madera pintados de blanco, un recurso que aporta textura, ritmo y continuidad visual, al tiempo que dialoga con el diseño ondulado que articula ambas plantas. En el piso, un terrazo en tonos ocres y naturales incorpora pequeñas partículas minerales que evocan la materialidad pétrea del litoral, sumando una capa táctil que equilibra lo pulido y lo artesanal. La suma de revestimientos (madera listonada, mosaicos azules, terrazo ocre, vidrio industrial) evoca mar, costa y paisaje desde un registro abstracto basado en formas onduladas y texturas mixtas.


