Bajo el lema “Sembrar sueños”, la edición 2025 plantea un recorrido curatorial que pone en tensión la idea de habitar con conciencia ambiental y emocional, proponiendo nuevas formas de vinculación entre lo construido y lo natural. La elección del parque como sede no es menor, ya que, además de su valor ecológico, permite explorar vínculos entre arquitectura y paisaje en un entorno de uso público y alta carga simbólica para São Paulo.
Uno de los ejes distintivos de esta edición es la incorporación de estructuras livianas, desmontables y de bajo impacto, en línea con un enfoque de arquitectura efímera responsable. Todas las intervenciones se adecuan a los criterios de preservación del sitio e incluyen mejoras significativas en los edificios históricos del parque.
Entre los espacios más destacados se encuentra la instalación “Abram-se as cortinas”, de la arquitecta Victoria Braga, que delimita el perímetro de la muestra con andamiajes envueltos en telas, enmarcando sin ocultar los caserones centenarios del predio. Esta obra actúa como umbral conceptual entre lo patrimonial y lo contemporáneo.
El área exterior presenta una serie de jardines sensoriales y paisajismo experimental. Se destacan las propuestas de Simone Campos y Helena Elias, así como el Bosque do Silêncio, del paisajista Mauro Contesini, que trabaja sobre la vegetación existente sin introducir modificaciones formales.
Por primera vez, la muestra incorpora dos tiny houses como modelos de vivienda compacta y eficiente. La Casa Viva, diseñada por Henrique Freneda, junto al paisajismo de Luciano Zanardo, propone una lectura sobre el habitar contemporáneo con escala reducida y contacto directo con el entorno. También se presenta la tiny house del arquitecto João Panaggio, con un enfoque en flexibilidad espacial y materialidad sostenible.
En el bloque central, el lounge de Peugeot, diseñado por Gisele Taranto Arquitetura, integra un sistema constructivo modular en plástico reciclado —que permite reducir hasta un 90% las emisiones de carbono respecto a la albañilería tradicional—, acompañado por un túnel inmersivo con obras del artista Marcelo Prates y un cuidadoso proyecto lumínico de Maneco Quinderé.
El Edificio 22, uno de los núcleos principales de la muestra, alberga el ambiente “Entre sonhos”, proyectado por el arquitecto Lui Costa, que articula un lounge multifuncional y espacio de eventos con una operación gastronómica integrada. Esta área sintetiza bien el espíritu de la edición: un diseño que propicia usos reales, encuentros y reflexión.
Desde el punto de vista programático, CASACOR 2025 amplía su alcance cultural y social con acceso gratuito en franjas horarias específicas, registro abierto a visitantes a través de la app oficial y colaboraciones con instituciones como el Museo de las Culturas Indígenas.
Además de funcionar como plataforma de exhibición para arquitectos, diseñadores y paisajistas, CASACOR São Paulo también es un observatorio privilegiado de las tendencias materiales que marcarán el rumbo del hábitat contemporáneo.
El diseño interior ya no se define únicamente por estilos o corrientes estéticas. Importa también su capacidad de responder a cambios culturales, emocionales y funcionales en la vida contemporánea. Desde el auge del color rojo como símbolo de expresión y vitalidad, hasta el regreso de la casa como refugio emocional, el interiorismo de 2025 refleja una búsqueda de bienestar integral, flexibilidad y personalización.
El auge del estilo de vida híbrido redefine el diseño interior. Los espacios se vuelven multifuncionales, adaptables y tecnológicos. Se priorizan productos que permiten alternar entre trabajo y descanso, con soluciones como mesas regulables, lámparas móviles, divisores acústicos livianos y fragancias funcionales. La vuelta a habitaciones diferenciadas también gana fuerza, recuperando la privacidad y la especialización de usos.
La ergonomía y la sensorialidad atraviesan todas las decisiones de diseño. Se busca maximizar el bienestar a través de mobiliario mullido, materiales suaves, curvas envolventes y tonos calmantes. El concepto de “resimercial” (residencial + comercial) se consolida, y los ambientes evolucionan hacia espacios reparadores: dormitorios que priorizan el descanso, baños que funcionan como spas personales y zonas de meditación que integran diseño y neurociencia.
Así, el baño cobra un nuevo protagonismo como núcleo del bienestar cotidiano. La tendencia #BathScaping fomenta el uso de materiales naturales, bañeras exentas, accesorios portátiles y hasta propuestas de baño exterior.
El regreso de lo retro en clave contemporánea es otra tendencia que se percibe con potencia en los pasillos de CASACOR. Las atmósferas setentistas marcan el retorno de tonos cálidos, maderas oscuras y formas redondeadas. El uso de revestimientos con texturas terrosas, colores como el naranja quemado y amarillos dorados, y piezas artesanales evocan una estética nostálgica reinterpretada con criterio contemporáneo.
En 2025, el minimalismo sigue vigente, pero se aleja de su versión más rígida o estéril. Evoluciona hacia una estética que privilegia la limpieza visual, la coherencia material y la calidad sensorial, sin perder calidez ni expresividad. Este nuevo enfoque minimalista se apoya en superficies de gran formato, uniones invisibles, y acabados mate o satinados que reflejan la luz de manera controlada.
Los materiales elegidos —como microcementos, maderas claras, porcelanatos pulidos, piedras blancas o grisáceas— ayudan a generar atmósferas equilibradas, que transmiten orden y serenidad. Se busca que cada elemento tenga un propósito claro, desde la distribución espacial hasta la elección de accesorios, donde lo funcional y lo estético se funden en una misma intención. El resultado son interiores atemporales, eficientes y emocionalmente serenos, ideales para el habitar contemporáneo.
Materialidad en evolución: qué esperar en pavimentos y revestimientos
En cuanto a superficies y revestimientos, este año cobran especial protagonismo como catalizadores de nuevas estéticas, usos y sensibilidades. Según el estudio presentado por el Observatorio de Tendencias del Hábitat, titulado “Tendencias en Superficies Cerámicas para 2025”, se identifican cuatro direcciones que guiarán tanto a la industria como a los profesionales del diseño. Estas líneas conceptuales redefinen el rol de la cerámica y otros materiales, articulando innovación, contexto y experiencia sensorial. A continuación, repasamos estas marcrotendencias:
Vuelta a lo esencial
Esta tendencia expresa una respuesta directa al contexto ambiental global: el agotamiento de recursos y la necesidad de reconectar con una naturaleza primitiva. Los materiales que la representan remiten a lo crudo y a lo tectónico con superficies que evocan piedra bruta, arcilla y maderas sin tratar. La cerámica se presenta con texturas rústicas y acabados mate, incorporando patrones orgánicos y geométricos básicos, en una paleta de ocres, verdes musgo y terracotas.
Minimalismo cálido
Derivada de una visión más suave del brutalismo, esta corriente combina formas depuradas con la materialidad expresiva de lo orgánico. Piedras naturales, travertinos y maderas satinadas se convierten en soportes para espacios serenos, que priorizan la luz cálida, los volúmenes envolventes y los colores neutros. En los revestimientos, se observa un uso extendido de superficies irregulares, texturas manuales y una estética que equilibra lo funcional con lo sensorial. Una tendencia orientada al bienestar emocional a través de una materialidad honesta.
Maximalismo expresivo
El diseño abandona la mesura y celebra lo exuberante, recogiendo influencias retro, el arte digital y la cultura visual pop para componer ambientes vibrantes, con colores primarios, patrones gráficos intensos y acabados llamativos. En superficies cerámicas, esta tendencia se traduce en texturas digitales, efectos ópticos y combinaciones de alto contraste. Se consolida un interiorismo donde la individualidad y la expresión personal pesan más que la neutralidad o el consenso.
Lujo sensorial y responsable
Este enfoque combina sofisticación y compromiso ambiental. Las superficies dejan atrás el ornamento evidente para centrarse en acabados premium, efectos metálicos sutiles y materiales reflejantes como vidrio, acrílico y cerámicas esmaltadas de alta gama. La paleta explora rosados metálicos, verdes profundos, negro espejo y naranjas quemados. Además de lo visual, el confort acústico, la eficiencia energética y el uso de materiales reciclables marcan esta tendencia que redefine el lujo en clave sostenible.
