La tradicional Paris Design Week desarrolló un extenso programa de actividades para la comunidad de profesionales de la industria del diseño, la decoración del hogar y el estilo de vida. Mientras que, en simultáneo, Maison & Objet reafirmó su prestigio como un punto de encuentro de referencia con variedad de espacios, showrooms y piezas de autor.
Desde textiles y materiales naturales, hasta colores vibrantes y artesanías sofisticadas, ambos salones convergieron en su capacidad para marcar la agenda que dominará el panorama creativo de los próximos meses, ofreciendo una ventana hacia el futuro del diseño.
A continuación, desglosamos las principales tendencias que están sobre mesa para la temporada 2025.
Textiles envolventes
Los tejidos de lujo, como el terciopelo, la lana y las fibras naturales, se han convertido en protagonistas de los espacios, creando ambientes envolventes y acogedores. En particular, el arte textil ha ganado presencia, no solo como elemento decorativo, sino como una pieza clave para agregar textura y personalidad a los interiores. Tapices, alfombras y macramé, junto con técnicas artesanales reinterpretadas de forma contemporánea, han mostrado su capacidad para transformar los espacios, ya sea en forma de grandes murales o detalles sutiles en muebles y accesorios.
Materiales con encanto étnico
En cuanto a los materiales, la madera, la piedra y las fibras naturales han emergido con fuerza en el interiorismo, destacándose piezas que combinan la artesanía tradicional con el diseño contemporáneo. La conexión con lo étnico es una constante, desde lámparas de fibras naturales hasta muebles de terracota con acabados rústicos, pasando por alfombras y objetos que evocan el arte de culturas lejanas. Estos elementos aportan autenticidad y a la vez fomentan una sensación de calidez y cercanía con la naturaleza.
Patrones y estampados
La tendencia de superponer y mezclar estampados es una de las propuestas más audaces de esta temporada. Desde rayas y cuadros hasta estampados geométricos y florales, la diversidad de formas y colores se ha convertido en una herramienta para crear ambientes dinámicos y llenos de energía. Los espacios que marcan impronta son aquellos que combinan patrones de combinaciones atrevidas, desafiando la rigidez de los ambientes más tradicionales. Los diseñadores se alejan de la simplicidad para abrazar la complejidad visual, creando interiorismos cautivantes que invitan al descubrimiento y la sorpresa.
El protagonismo del dorado
El oro está apareciendo con un valor agregado en el diseño de interiores. Presente en acabados metálicos como los cromados o el latón (como ya hace varias temporadas), empieza a extenderse a piezas decorativas, iluminación, espejos, accesorios de baño y hasta vajilla. Este color añade valor visual a los interiores, irradiando luz y lujo.
Piezas estructurales
Los muebles con impronta se suman a una corriente que prioriza el estilo y la autenticidad por sobre modas. Estas piezas estructurales, firmadas por reconocidos profesionales, se convierten en una herramienta que funciona como punto focal de cualquier habitación, aportando carácter y distinción. Ya sea un sofá llamativo o una mesa de forma única, estos muebles elevan el nivel de cualquier interiorismo.
Acentos de fibra natural
El uso de fibras naturales como el ratán, el yute y el sisal ha sido uno de los temas recurrentes en las ferias parisinas. Estos materiales aportan una estética orgánica y rústica, que también refleja una tendencia hacia el diseño sostenible y consciente. La cestería, tradicionalmente un elemento utilitario, se ha elevado a la categoría de objeto decorativo esencial, ya sea en pantallas de lámparas, muebles y accesorios. Además, la creciente apreciación por la sostenibilidad ha impulsado el uso de materiales renovables, fomentando una estética más natural y respetuosa con el medio ambiente.
Estilo retro
Otra tendencia del diseño es la nostalgia por lo retro. El estilo clásico, inspirado en la decoración de los años setenta y ochenta, no solo se encuentra en formas sino también en colores, patrones y texturas.
El poder de la piedra
Otro material que gana terreno es la piedra natural, particularmente el alabastro, que aparece de manera innovadora en lámparas y accesorios. Este material, famoso por su capacidad para emitir una luz suave y envolvente, aporta una sensación de calidez y serenidad a los espacios. Más allá de los revestimientos y encimeras, los diseñadores comienzan a utilizar la piedra como base para la creación de muebles, transformando una materia prima tradicional en piezas de diseño contemporáneo.
Reflejos imperfectos en superficies
Los reflejos imperfectos se han consolidado como una tendencia destacada en Paris Design Week. Este concepto no se limita a los tradicionales espejos decorativos, sino que se extiende a superficies reflectantes que juegan con la luz de manera sofisticada. Piezas de autor, confeccionadas en acero inoxidable o acabados cromados, se presentan como una forma de arte decorativa que añade una capa extra de profundidad y lujo a cualquier ambiente.
Colores: del terroso a los cítricos
El color sigue siendo una herramienta fundamental en la creación de ambientes. Durante las ferias se presentaron las tendencias cromáticas para 2025, manteniendo los clásicos tonos cálidos y terrosos, como terracotas y naranjas, ideales para crear espacios acogedores. A estos se suman los tonos cítricos, que aportan frescura y vitalidad, y el azul profundo, que se caracteriza por su capacidad para evocar serenidad y sofisticación. Finalmente, el blanco sobre blanco se postula como una apuesta por la pureza y la simplicidad.