Hasta hace unas décadas atrás hablar de vehículos voladores, construcciones flotantes, delivery con drones y rutas subterráneas parecía acotarse a una película de ciencia ficción. Pero la realidad es que las nuevas tecnologías prometen transformar de lleno la dinámica de los centros urbanos, construyendo entornos más sostenibles, hiperconectados y menos congestionados.
Detrás de esta concepción hay ciertos factores que impulsan las dinámicas urbanas como el big data, la internet de las cosas y la inteligencia artificial, pero también la sostenibilidad, la inclusión y el uso mixto. La tecnología será el canal por excelencia para crear una nueva calidad de vida en desarrollos bien planificados, aunque sin perder el toque humano.
Atrás queda el tejido urbano denso que requiere concentración de servicios, capitales y conocimiento, para dar lugar a alternativas más amigables con las personas en comunidades más reducidas (pero no por ello menos globales) y más verdes.
Las innovaciones en arquitectura y transporte, así como la aplicación de inteligencia artificial a la vida cotidiana están a un paso de abrir el portal a una nueva dimensión que dará forma a ciudades futuristas que pronto serán parte del presente. Algunas claves que se alinean con estos conceptos ya están en marcha por proyectos que desafían los límites de lo que, hasta ahora, se creía imposible.
Construcciones bajo la tierra y sobre el cielo
El espacio es tan importante como los bajos costos de energía y construcción. Y las estructuras subterráneas lo cubren todo, ya que eliminan la necesidad de cimientos y mantienen la temperatura estable, reduciendo las facturas energéticas hasta un 80%. Además, la construcción subterránea puede resultar más resistente en lugares donde prevalecen los desastres naturales.
Singapur resulta un ejemplo inspirador de quienes ya se están animando a construir bajo el suelo. Desde centros de datos y plantas de servicios públicos hasta almacenes y terminales de autobuses, este país ha descubierto cómo aprovechar al máximo el nivel bajo la calle.
Bajo la idea de mantener baja su huella de carbono la capital finlandesa Helsinki ha estado desarrollando una ciudad subterránea con centros comerciales, estaciones de metro, piscinas y uno de los centros de datos más ecológicos del mundo.
Por otra parte, si de capitalizar el espacio se trata, el proyecto Analemma Tower en Dubai invita a soñar con construir sobre el cielo con el diseño de una torre que colgará de un asteroide que orbita el planeta. El equipo a cargo es el mismo que fue designado por la NASA para construir en Marte y prevé desafiar todos los métodos convencionales de la arquitectura con una estructura que posará sobre el aire por encima de todo lo que habita el ámbito terrenal.
Túneles hacia el futuro
En las ciudades del mañana el transporte a través de túneles crecerá. La tecnología de perforación es mucho más rápida y económica, por lo que en un futuro se multiplicarán las soluciones. El sistema de viaje de túneles sobre el suelo puede llegar a cualquier lugar del mundo en los próximos cuatro o cinco años con proyectos propuestos en India, Dubai, Abu Dhabi, Las Vegas y Suiza. Swisspod está desarrollando un sistema Hyperloop que podría transportar pasajeros y carga de Ginebra a Zúrich en tan solo 17 minutos.
Pero las aplicaciones van más allá del ahorro de tiempo. En Kuala Lumpur, el túnel de carretera y gestión de aguas pluviales combina carreteras subterráneas con control de inundaciones. Cuando llega la temporada de lluvias torrenciales y vientos huracanados, la cubierta inferior de la carretera se convierte en un canal de drenaje para desviar el agua de la ciudad en caso de inundación.
Puentes con experiencias
El puente del futuro hará más que conectar dos puntos. En Washington DC se está construyendo para 2024 el Street Bridge Park, que ofrecerá distintos servicios y experiencias: desde un anfiteatro hasta un embarcadero y carriles para peatones y bicicletas a través del rio Anacostia.
Otra novedad que está llamando la atención es el puente aéreo, también con múltiples experiencias para los visitantes. Algunos ejemplos espectaculares incluyen una piscina entre dos torres de Londres, mientras que otros ofrecen servicio de oficinas y restaurantes como el Edificio Hibrido Vinculado en Beijing.
Distritos hipermixtos
El desarrollo de uso mixto es el futuro de la ciudad. Frente a tendencias que apuestan a generar espacios compartidos capaces de captar el interés e intensificar el uso de forma significativa, el desafío es repensar los espacios como medio para crear ciudades de calidad valiéndose del concepto de usos mixtos con foco en experiencia y entretenimiento. Además, bajo este concepto se crean entornos compartidos que son más aptos para integrar innovaciones de construcciones sostenibles y energéticamente eficientes.
El desarrollo mixto se puede encontrar en todas las formas y tamaños. En Medellín, los Library Parks son espacios de usos múltiples que reúnen a personas de diversos vecindarios para crear un nuevo centro urbano. Mientras que en Toronto, Sidewalk Labs presenta un sistema de construcción modular que une la vida residencial y comercial con instalaciones públicas y parques urbanos.
Siguiendo la tendencia de acciones de retail que se apoyan en crear escenarios vinculados al entretenimiento, resultan inspiradoras las propuestas de Dubai Mall con un acuario y zoológico acuático o la tienda Jumpman de Nike, en Los Ángeles, que tiene una cancha de básquet en la azotea para que los clientes puedan disfrutar antes o luego de comprar.
Circuitos inteligentes
Mediante análisis de big data aplicado a movilidad se puede hacer un uso más competente de los servicios de la ciudad, las calles y el transporte público. Un buen ejemplo se puede encontrar en Los Ángeles, donde se utilizan farolas que reaccionan a lo que sucede a su alrededor: si una multitud sale de un estadio por la noche, las lámparas pueden encenderse para iluminar el camino o parpadear para advertir de la llegada de una ambulancia.
Asimismo, los avances en redes de área amplia de baja potencia y 5G proporcionarán una mejor conectividad en una gran cantidad de dispositivos y largas distancias. Las aplicaciones urbanas se fusionarán con la tecnología de realidad alternativa para hacer sugerencias inteligentes y personalizadas hacia una experiencia urbana altamente intuitiva.
Transporte autónomo y aéreo
No hay dudas de que en la ciudad del futuro habrá menos coches en las calles. Los protagonistas serán los peatones y los ciclistas con soluciones que van desde pasillos rodantes hasta carriles subterráneos y estacionamientos inteligentes para bicicletas.
Los residentes confiarán en vehículos compartidos y unidades de transporte público a las que se puede llamar a través de una aplicación. También aparece en escena una nueva generación de aeronaves eléctricas llamadas eVOLT que tienen la agilidad de un helicóptero y el tamaño de un auto. Estos vehículos eléctricos se caracterizan por un despegue y aterrizaje vertical y se proponen como una posible alternativa hacia un transporte más ecológico sobre los cielos.
Litium es una empresa alemana que ha desarrollado el primer jet eléctrico capaz de alcanzar los 300 kilómetros por hora y transportar hasta cinco personas. Para su operativa se prevé crear una red de techos en distintas ciudades, de manera de facilitar el despegue y el aterrizaje.
Diseño vertical con carbono cero
¿Qué pasaría si en lugar de las tradicionales ciudades planas y horizontales surgiera un modelo vertical para la preservación de la naturaleza y una mejor habitabilidad? La promesa de una huella de carbono inexistente es el gran desafío de las ciudades del futuro y The Line viene a acrecentar las expectativas de que todo es posible.
Gestionado por la constructora que preside el príncipe heredero de Arabia Saudí, se trata de una ciudad en línea recta de 170 kilómetros con un diseño vertical y un muro de espejos de 500 metros de alto. La ciudad es atravesada por un tren bala en tan solo 20 minutos, sus energías son 100% renovables y los techos de las viviendas y comercios son verdes.
Para garantizar el establecimiento de espacios microclimáticos, el entorno está diseñado para permitir un equilibrio óptimo de la luz solar y la ventilación natural. Está previsto también un sistema de climatización de toda la ciudad que convierta el calor de Arabia en un clima de aires veraniegos agradables. Además, se apuesta a la eliminación de la infraestructura intensiva en carbono como automóviles y carreteras.
