Casa Cor 2018: Tendencias en cocinas

Casa Cor es la muestra más grande de decoración de Latinoamérica y se lleva acabo anualmente, durante el mes de junio. Por la escala de los espacios (casi 80 de entre 100 y 500m2), por la calidad de su estética y el nivel parejo de todas las propuestas, los estudios más grandes y reconocidos de la ciudad dejan en claro que la misma es sede de los mayores capitales e inversiones que requieren proyectos de alto impacto y estética internacional.

Esta edición no fue la excepción y la recorrimos en un día comprobando algunos hilos conductores entre los espacios. Casi todos ellos del tamaño de un mini o maxi departamento con todos sus ambientes integrados: cocinas, baños, livings, comedores y jardines. La secuencia es abrumadora, desbordante de creatividad, sofisticación y buen gusto.

Algunas comprobaciones:

En casi todos los casos la cocina se implantó integrada al resto de los ambientes, sin transiciones más que de iluminación o tratamiento de terminaciones. Dejó de ser un espacio recluido para ser escenario principal de todas las actividades sociales de la casa, con y sin invitados.
Casi siempre se organizan en islas que toman protagonismo alternando distintas funciones.

Olvide las guardas decorativas o que los muros corten con piso y con mesadas. Las cocinas mostradas tienen siempre continuidad mesada/alzada y casi siempre el tratamiento de piso y muros no llama la atención sino que conforman un fondo neutro.

Aún sigue viéndose la isla monolítica conformada por placas enteras de piso a superficie de trabajo pero también aparecen otras terminaciones en piedra más rústica o formas más orgánicas.

Los leds lineales copan las soluciones de iluminar superficies, ya sean ocultos bajo estantes superiores o retroiluminando los mismos con superficies verticales oficiando de planos reflejantes.

Brillan por su ausencia. Casi todos los ejemplos expuestos (y visto también este año en la feria de Milán) no tienen herrajes vistos de maniobra de puertas o cajones: son táctiles y el movimiento de las piezas con mecanismos neumáticos.

Los preferidos estas épocas parecen ser los tonos neutros: grises, grafitos, negros, visón, beiges o blancos en todas sus gamas pero es excepcional ver colores alternativos o paletas más jugadas en estas áreas.

Salen las medias cañas entran los bordes casi siempre rectos, y generalmente de secciones finas o biselados invertidos. En el otro extremo van a piezas integrales hasta el piso en laterales de islas. Brasil tiene un campo amplio en tema maderas que lo explotan más industrial o artesanalmente en tema mesadas que conviven con las de mármoles naturales o sinterizados.

Las terminaciones son satinadas o mates, descarte los pulidos brillantes, ya sea para pisos, paredes o mesadas.

El equipamiento general de materiales de emplacados melamínicos no se ve nunca con molduras, siempre en placas lisas austeras, conformando planos continuos.
Predominan los tonos uniformes frente a los símil madera.

El verde se integra fundamentalmente incluyendo hierbas en mesadas o estantes cercanos así como recipientes con arreglos vegetales decorativos pero silvestres o macetas con arbustos de gran porte.

Ante tanta superficie neutra siempre hay espacio para artefactos de iluminación centrales, sillas alrededor de una barra, accesorios decorativos, libros o cuadros que complementen el espacio y tengan el sello personal de cada usuario, el verdadero protagonista de estos ambientes.