12 ideas que podemos tomar de los hoteles para implementar en nuestras casas

Es sabido que la hotelería es uno de los sectores que ha debido transformar su concepto, experiencia e instalaciones en los últimos años, ya sea debido a irrupciones de negocios como Airbnb, a sitios donde se registran las impresiones de clientes que influyen sobre otros potenciales pasajeros, o a la llegada de los millenials con otras aspiraciones de comodidad e inversión.
Ello obliga permanentemente a instrumentar cambios físicos que afectan la experiencia de cada huésped en forma directa o indirecta, al tiempo que cada vez es más fina la línea de diferenciación con respecto a la competencia. La solución pasa usualmente por enfocarse en el público objetivo y diseñar detalles que hagan memorable la estadía.
Muchas cadenas recurren a estudios de Arquitectura reconocidos, que interpretan esas tendencias y las aplican con recursos que muchas veces generan resultados que valen de por sí el viaje y son un real oasis para el descanso luego de largos recorridos. Cada detalle o solución que hace esa diferencia en nuestra estadía pueden servir de inspiración para incorporarlos a nuestra vida cotidiana, salvando las escalas o los recursos utilizados.

A veces producto de modas previas, otras de falta de tiempo para abordar cambios, lo cierto es que en las casas suele haber espejos pero casi siempre en formatos pequeños que poco aportan decorativa o funcionalmente. Un espejo de gran formato, ubicado en forma estratégica puede hacer toda la diferencia espacialmente.

Hay reglas específicas que optimizan obtener conjuntos equilibrados para colgar arte en los muros, internet está lleno de ejemplos al respecto. Respetando líneas horizontales, ejes verticales, ordenando con ciertos criterios, pero siempre que se lee un criterio u orden al respecto el resultado es superior sin dudas.
La simetría en la disposición de muebles o simplemente en equilibrar los ambientes con iluminación baja, lo hace percibir como pensado por profesionales y lo alejan de lo improvisado.

Alguien puso de moda hace años el colocar cenefas perimetrales con spots embutidos en las mismas y el uso indiscriminado de ese recurso ha matado posibilidades de resaltado de piezas interesantes a nivel residencial. Un riel con luces directas dirigidas con haces concentrados para evitar deslumbramientos (usualmente incluso con posibilidades de dimerización) o iluminación propia de cada cuadro generan sin dudas ambientes mucho más cálidos, elegantes y visualmente más atractivos que invitan a quedarse.

No todos tenemos un Bottero o un Twombly para exhibir, y seguramente la mayoría de los hoteles tampoco, sin embargo logran incorporar el arte de formas no convencionales (en formaos XL) y perfectamente compatibles con estilos variados de decoración. Esculturas, pinturas, dibujos, murales o piezas decorativas pueden ser el punto de partida de una serie, colección de piezas ecléctica que incluyan dibujos de los pequeños de la familia, una pieza herencia familiar o destacar un recuerdo especial de un viaje. Con correcta iluminación, pedestal o resaltado en un área específica puede ser visto y apreciado diariamente. Y hasta arrancarnos una sonrisa al pasar cerca, recordando la oportunidad en que llegó a nuestras vidas.

Mucha gente pregunta “¿Y no achica el espacio?”. Sí señor/a, puede ser, pero debe entenderse que de los riesgos es de donde salen las respuestas más asombrosas o disfrutables. Si no salimos del beige o blanco nunca disfrutaremos de espacios que pueden adolecer de menos luminosidad pero sin dudas lo ganan en personalidad o carácter.

Un patio, por mínimo que sea, merece atención y cariño para su resolución. Y justamente, muchas veces de las restricciones (de superficies, presupuestos o reglamentaciones) surgen maravillas creativas que elevan el carácter del ignorado espacio.

No es del agrado de todo el mundo, y menos cuando debemos compartir habitación con alguien que no es estrictamente cercano, pero en nuestra casa podemos tener esas licencias si realmente nos divierte, especialmente para gente soltera o parejas jóvenes. Usualmente el espacio compartido es una bañera o el lavabo, obviamente si bien hay distintos grados de comunicación física o visual, uno debe encontrar el equilibrio con el que más cómodo se sienta.

Lo que hace agradable a un baño de hotel es el tener todo a mano y que realmente funcione, obviamente. Hoy en día podemos acceder a elementos como dispensadores de jabón y cremas, espejos de aumento articulados, secadores de pelo con bases empotradas, calentadores de toallas y esos detalles que amamos cuando estamos de viaje.

Se hace importante saber encontrar en remates algo que realmente nos identifique, elegir en viajes algo que vaya más allá de un simple souvenir, o comprar en un mercado local.

Los corredores, recibidores, escaleras o halls de distribución son usualmente los olvidados entre ambientes que siempre parecen tener prioridad. Bien resueltos pueden convertirse en joyas o rincones disfrutables para completar un concepto e hilvanar un recorrido con sorpresas y carácter.

¿No te ha pasado que a veces los interiores de las casas parecen todos iguales? Esa premisa, traducida a los espacios residenciales, equivaldría a contar con piezas que hablen de nosotros, de nuestras experiencias, viajes, familia u ocupaciones de forma de diferenciarse y que la casa no se parezca a la del vecino.

_ Hacer sentir especial al visitante

Último, y no menor, el sentirse agasajado y atendidos por personas cuyo propósito es hacer que disfrutemos la estadía debe tomarse como modelo cuando recibimos visitas.
Cuando un anfitrión es bueno, los visitantes lo perciben y quieren volver.